EL BESO
Por la mañana, cuando se levanta, Bruno es agradable, pero en cuanto la radio comienza
a dar las horas… ya le empieza a cambiar el humor.
Bruno tiene un defecto
físico; es cojo y camina con un bastón con el que descarga su mal humor contra
los jóvenes que le gastan bromas. Bruno quiere hacerse rico y casarse con la
vendedora del súper a la que tiene loquita por lo bravo que es manejando el
bastón.
También a él le gusta la dependienta – ¡es tan bonita!...
La furgoneta viene todos los días y la joven sale a recibirle
mientras Bruno carga los bultos sobre su espalda. El jefe de la cadena
comercial le tiene aprecio y le habla de un médico famoso que ha operado a
toreros con mucho éxito.
En poco tiempo le
citan para operarse, habla con su amor “secreto” y la chica le promete que lo
acompañará y esperará hasta que acabe la operación.
Efectivamente, así lo hace y lo visita a diario durante el tiempo
que está hospitalizado.
Libre de la
cojera, su mal humor desaparece y surge
entre ellos un intenso amor.
El jefe de la cadena comercial le pone como ejemplo de hombre
trabajador y envía a sus superiores las mejores referencias de él. Al poco lo nombran
jefe de sección y anuncia su boda, por supuesto sin bastón.
Fue una boda multitudinaria, apenas cabía nadie más en la
iglesia. Estaba la familia y por supuesto los numerosos amigos que había hecho
en los últimos meses. Al salir, Bruno y la joven dependienta, ya su esposa, se
fundieron en un envidiable beso que todos recuerdan.
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