martes, 2 de junio de 2015




 El HOMBRE QUE SE VIO EN LOS OJOS DE UN CABALLO

Erase una vez un hombre tan serio, tan serio, de gesto tan huraño, que asustaba a todo el mundo. Su rostro enjuto y  su mirada sombría, aterraban a quien lo miraba   Nadie se  atrevía a sostenerle la mirada y mucho menos a  contradecirlo. Le bastaba un gesto, para que  sus criados se esforzaran en satisfacer el más pequeño de sus deseos.  Estaba acostumbrado a que todo el mundo hiciera lo que él deseaba.
Un día en una feria de animales se compró un caballo, y encargó a su criado que la llevara a casa.
El caballo era joven y juguetón  y le gustaba parase a mordisquear aquí y allá, corretear por el prado y refrescarse en el rio. El criado, un muchacho alegre, se lo permitió y el viaje de vuelta a casa fue muy agradable para los dos.
Al día siguiente el hombre quiso montar su caballo y de buena mañana salió con él a recorrer sus posesiones. El rocín estaba contento y trotaba alegre por los campos de su amo, hasta que se cansó y ya no hubo golpe ni juramento que le hiciera proseguir el camino
El hombre, acostumbrado a que todos obedecieran sus órdenes, la emprendió a bastonazos con el caballo, sin conseguir que este depusiera su actitud. El caballo gemía y lloraba, mientras el hombre airado lo golpeaba. Pero por más que le daba el caballo no se movía.
Llevaban así un buen rato cuando el cielo se lleno de nubes negras y apareció la tormenta.
—Por Dios  —dijo el hombre— ¿No pensaras dejarme en medio del monte con esta tormenta?
Al hablarle acercó el caballo hacía él y pudo ver que le miraba con infinita tristeza.
Hacía mucho que nadie le miraba a los ojos y el gesto del caballo le enterneció. Vio reflejados en ellos el dolor por el esfuerzo realizado y pensó que debía de estar hambriento. En medio de un gran chaparrón el hombre le buscó  las más tiernas hojas y se las dio a comer.
Mientras el caballo comía lo miraba con agradecimiento y el hombre conmovido empezó a llorar.
A partir de ese día cambio la actitud del hombre y fue amable y tolerante con todo el mundo.
 N.


 UN TIPO CURIOSO


Era algo bohemio y difícil de entender. 

Cuando su novia le dejó, a él le entraron unas ganas tremendas de ponerse a cantar, así que se metió en la ducha y se puso a cantar. 

A partir de ese día no dejó de cantar. Tenía hartos a todos con su tarareo, pero él continuaba. Hasta que un día el jefe le llamó: “Tenemos quejas sobre usted. No para de molestar con sus cancioncillas. "Es que estoy enfermo ", respondió. "Pues métase a la cama con un termómetro en la boca, a ver si se cura y deja de molestar", le dijo el jefe.

Le hizo caso, se fue a casa y se recogio en su cama con si fuera un niño pequeño: Todo inocencia. Nada que ver con el tipo raro, algo bohemio quizá, que solo sabía molestar.

Ana Mari


Texto que ha montado Maria Jesús con las palabras: niño enfadado y catalejo.


un saludo de niño marinero - Imagen de stock: 4839120



Mi niño marinerito va a cumplir  diez años, pero hoy esta enfadado, se queja de que tiene poca estatura  y dice que de mayor quiere ser alto. Yo le insisto que tiene que alimentarse bien  para convertirse en un hombre grande.


A  él le gusta la astrología y para mañana que es su  cumpleaños, tengo en secreto guardado un catalejo para regalarle. Además invitaré a sus amigos a una gran fiesta en nuestra casa, porque aquí si hay sitio para todos; una bonita piscina y una gran cancha de tenis. 
Seguro que me lo paso chupi preparando todo esto.

Mª Jesús S.